Entrevista
"No hay problema" una frase que debemos trabajar
Esta es la continuación
de la entrevista al Licenciado Juan Fernando Dorrego, ex-director de la
Editora del Caribe y ahora profesor en la Facultad de Periodismo de la
Universidad Francisco de Vitoria en España.
Entre los puntos más
importantes que se destacaron en el artículo anterior, Dorrego
decía que el pueblo dominicano debe sentirse orgulloso de su historia
y cultura, de ser hospitalario, abierto y generoso. El afirmaba: “vivimos
en una isla, pero no somos una isla” pues habitan dos pueblos, y
a República Dominicana la considera como un auténtico epicentro
de la cultura antillana, un cruce de influencias americanas, europeas
y africanas.
Aseguró que
el turismo es una de las riquezas más importantes de país,
desarrollar en éste ámbito la difusión de la cultura,
potenciar la figura del comunicador, formar expertos en relaciones públicas,
animadores de eventos y talleres culturales, desarrollarse en todos los
niveles del turismo y crear un espíritu de trabajo serio en los
idiomas para que un país que ama tanto la música utilice
esta facilidad de oído. Seguimos con la entrevista:
En el ámbito
laboral ¿Qué cosas debe mejorar el dominicano?
La respuesta a esta pregunta es bien sencilla y clara. El dominicano tiene
que tener muy en cuenta la seriedad y la puntualidad. Trabajar es asumir
también una responsabilidad. En este sentido, las debilidades son
muy grandes.
¿Cuáles
son las oportunidades y las debilidades de República Dominicana,
en materia laboral?
La oportunidad más importante es la de ser bilingüe. Una cuestión
que hay que enfatizar por encima de todo. Es una plataforma de fortaleza
laboral muy importante.
Las debilidades se centran sobre todo en esa expresión tan dominicana
de “no hay problema”. Hay problemas y muchos. Porque también
es un círculo vicioso el que hay que romper. Las empresas desconfían
en buena parte de sus trabajadores. Dudan de su capacidad y responsabilidad.
Pero a la vez los trabajadores son conscientes de que están en
entredicho y se duda de su seriedad. ¿Cómo se puede salir
de esta situación? Destacando la importancia del trabajo bien hecho
y de forma responsable. Motivando seriamente las buenas actitudes y apostando
plenamente por las jóvenes generaciones.
¿Cuáles
son las áreas en las que el estudiante y el trabajador dominicano
debe especializarse, independientemente del área profesional a
la que pertenezca?
El estudiante y el trabajador deben de ser conscientes de la importancia
de ser bilingües. En este sentido, es una especialización
general. Los idiomas para un país en el que el sector servicios
tiene un peso capital adquieren una enorme importancia.
Siempre se ha dicho
que un pueblo que tiene sensibilidad para la música cuenta con
una oportunidad especial para los idiomas. Mi respuesta es este caso quiere
ser sobre todo sencilla y clara. Hablar más de una lengua es una
gran riqueza. Manejar varias lenguas fue muy importante para Juan Pablo
Duarte. Hoy tiene que ser importante el conocimiento para los dominicanos
de varios idiomas.
Pero a la vez, viviendo
en América Latina junto a una nación que no habla su mismo
idioma, los dominicanos tienen la oportunidad de cultivar el español
en su país vecino. Tener y conocer la misma lengua impulsará
planes de desarrollo conjuntos. En ese sentido, República Dominicana
debería de llevar la iniciativa y convencer poco a poco a las autoridades
haitianas del ejemplo del “modelo Belice”. En ese país
de América central se ha impulsado la enseñanza y conocimiento
del español para integrarse política y económicamente
en la región.
¿Qué
propuestas o iniciativas haría para mejorar esta situación?
Lo más importante en el país es la mejora de la educación.
Los alumnos que llegan a la universidad lo hacen con un déficit
importante. Casi un 50 % de las becas de organismos latinoamericanos no
se conceden en el país por no llegar a las expectativas mínimas.
Es decir, está por el bajo nivel de educación de un país
que, no lo olvidemos, había llegado a ser modélico a comienzos
del siglo XX. La educación pública debe ser mejorada y el
proceso de alfabetización del país se tiene que completar.
Sobre esa base se podrá entonces trabajar. Y esta es una tarea
en la que todos deben de estar concienciados, porque es una tarea, sobre
todo, de solidaridad social.
Comúnmente
el joven trabajador piensa en laborar en una empresa y tiene gran dificultad
para mirarse como empresario ¿qué puede hacerse para que
ellos tengan una guía que les ayude a tomar riesgos como el de
iniciar una empresa propia o ser más propositivos en su trabajo?
En mi opinión son tres las claves de este proceso. En primer lugar
las universidades tienen que desarrollar junto a su formación humanística
o profesional una segunda más técnica, con un perfil netamente
unido a salidas profesionales de esos estudios. De esta forma los universitarios
tendrán una gran formación personal y profesional.
En segundo lugar el Estado debe apoyar claramente la formación
de pequeñas empresas, jóvenes empresas así como la
figura del microempresario.
En tercer lugar las empresas deben colaborar de manera activa y deben
abrirse a la incorporación de gente joven y valiosa, con nuevas
ideas e iniciativas.
Pero a la vez todos los trabajadores deben, y se lo vuelvo a subrayar,
tener la idea clara de que siempre, siempre, el único padrino que
tendrán en su vida serán ellos mismos. Y que su esfuerzo,
su trabajo, y su coraje personal les hará llegar a las metas que
se marcaron.
Quiero terminar diciendo
que República Dominicana debe convertirse en la puerta natural
de entrada al Caribe y recuperar ese protagonismo histórico que
tuvo durante su etapa colonial. Santo Domingo debe abrirse a todo el Caribe
y convertirse en su capital política, económica y cultural.
Algunos sólo piensan en Washington, Nueva York y Boston como sus
destinos inmediatos y naturales. Yo no lo veo así. El país
puede hacer mucho por el desarrollo de la cuenca del Caribe. Crear un
área de desarrollo económico entre Haití, Puerto
Rico y Republica Dominicana puede ser el motor de un planteamiento audaz
e innovador. República Dominicana debe ser a la vez el país
que trabaje para que haya una reconciliación efectiva en Cuba el
día de la desaparición de Castro.
El país no
es la tierra del merengue, la fiesta y el relajo. Quienes crean eso no
conocen la tenacidad dominicana. Pero para creer en un futuro uno tiene
que comenzar a creer en uno mismo. Y ese es el reto inmediato al que hay
que dar respuesta. |